Una opción muy interesante para ahorrar agua, y obligatoria para determinadas edificaciones, es la regeneración de aguas grises para su reutilización.
Las aguas grises son las que se recogen en lavabos, duchas, bañeras y lavadoras. Su depuración es más sencilla que la de las aguas fecales o que contengan grasas. Con el tratamiento adecuado, se puede reutilizar para riego y para los inodoros.
Sólo es práctico realizarlo en edificios de nueva construcción, ya que requieren una doble canalización de agua. El ahorro de agua puede compensar el coste de la instalación.