Fosa Séptica Prefabricada

El elemento básico en la depuración biológica de aguas residuales domésticas es la fosa séptica, también llamada decantador o digestor. Permite que se produzca la descomposición de la materia orgánica e inorgánica en ausencia de oxígeno molecular. Debe estar compuesta al menos por dos cámaras. Lo más práctico es utilizar una fosa séptica prefabricada de dos cámaras.

En la primera se aminora la velocidad de entrada de las aguas residuales, lo que favorece la decantación y sedimentación de los sólidos.

En la segunda cámara se produce la sedimentación adicional, la digestión y el almacenamiento del fango producido. En la entrada existe un difusor que crea una masa líquida homogénea que reduce el tiempo necesario para su digestión en la segunda cámara. Las formaciones de espumas se aglomeran en el interior de la campana central hasta que se reducen por si mismas. Se impide el flujo directo del efluente a la salida por medio de un deflector y un colector de salida, con lo que se garantiza un elevado tiempo de retención, 24 horas, y se impide la salida indiscriminada de los fangos y sedimentos no tratados. El efluente se evacúa normalmente a unas zanjas de drenaje o filtración.

La fosa séptica permite disminuir la carga contaminante con un grado de depuración máximo del 35 % de reducción de la DBO5.

La solución más sencilla para tratar las aguas residuales domésticas, si la admite la Administración, es la instalación de una fosa séptica prefabricada, construida en poliéster o polietileno, que se coloca enterrada drenándose al terreno el efluente depurado.