En la segunda cámara se produce la sedimentación adicional, la digestión y el almacenamiento del fango producido. En la entrada a la fosa séptica existe un difusor que crea una masa líquida homogénea que reduce el tiempo necesario para su digestión en la segunda cámara. Las formaciones de espumas se aglomeran en el interior de la campana central hasta que se reducen por si mismas. Se impide el flujo directo del efluente a la salida por medio de un deflector y un colector de salida, con lo que se garantiza un elevado tiempo de retención, 24 horas, y se impide la salida indiscriminada de los fangos y sedimentos no tratados. El efluente se evacúa normalmente a unas zanjas de drenaje o filtración.